Y, ¿todavía no habla?

Seguro que much@ de vosotr@s habéis escuchado esta pregunta más de cien veces cuando os preguntan por la edad de vuestro hijo…y a veces nos puede resultar algo incómodo, sobre todo cuando entendemos que a partir de cierta edad nuestro peque ya debería de haber dicho sus primeras palabras.

Pero esto no tiene porqué convertirse en una de nuestras principales preocupaciones, ya que cada niño es diferente y requiere un tiempo diferente para empezar a pronunciar sus primeras frases. Hay niños que aprenden de forma prematura y con apenas un año ya escuchamos su vos, y hay otros niños que esperan un poquito más y llegan a los tres años sin apenas pronunciar algunas palabras.

Dentro de la duración del proceso de aprendizaje de cada niño, los papas también podemos colaborar fomentando a que nuestros peques adquieran una mayor predisposición a hablar. Para ello te dejamos algunos de los consejos que hemos encontrado en un artículo especial de Pequeocio.com.

La lengua también necesita ejercitarse: los ejercicios de motricidad bucolingual pueden ayudar a que los peques aprendan los movimientos que realizarán al hablar, por ello, aunque parezca una tontería, son importantes los ejercicios de sacar la lengua.

Juegos para aprender a hablar: juegos tradicionales como el veo veo o las escondidas pueden resultarnos útiles si los adaptamos a nuestro bebe. Mostrandole un objeto y repitiendo varias veces su nombre, el peque aprenderá a relacionarlos y podremos pedirle que nos señale el objeto que le decimos. Poco a poco podemos incrementar la dificultad pidiéndole que nos diga el nombre del objeto que le señalamos o mostramos.

Leer cuentos: en esto sí tenemos que esforzarnos lo papas. La lectura de cuentos a los más pequeños ayuda a los niños a incorporar vocabulario. Además si dejamos que el peque vea los dibujos del cuento aprenderá rápidamente a relacionar los nombres con lo que está viendo.

Como veréis el trabajo de los papas puede resultar muy importante para favorecer que nuestro peque empiece a hablar, por lo que habrá que ponerse ¡manos a la obra!

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